Cómo liberé espacio en mi agenda y reduje el estrés

Siempre fui una niña muy organizada.

Me encantaba estrenar bolis, pinturas, estuches, cuadernos y agendas.

Te puedo decir que a día de hoy aún coloreo con parte de las pinturas que compré durante mis años de universidad, y eso que han pasado 8 años desde que la terminé.

Pero eso sí, las pinturas tenían que ser lápices de colores de, esos de madera, porque ya era yo muy especial desde pequeña, y no me gustaba mancharme las manos.

La que lie el día que me hicieron mi primer DNI y mi primer Pasaporte fue tremenda. ¿Recuerdas que antes había que poner los dedos en tinta para que te cogiesen las huellas? Ahora ya hemos avanzado y las digitalizan de forma más sencilla, pero entonces había que mancharse los dedos de negro. Yo no quería mancharme los dedos y me tuvieron que coger entre mi madre y mi padre mientras el señor que nos hacía el pasaporte me cogía de la mano para que no se rompiese la hoja en la que tenía que poner mis huellas. Llorando y pataleando porque no quería mancharme las manos.

Pero bueno, dramas de niñez a parte, el caso es que en mi vida siempre ha habido una agenda y calendarios impresos en la carpeta para poder ver entregas de trabajos, exámenes etc. solo con mirar el mes que tocaba.

Cuando emprendí, esas agendas cogieron más sentido que nunca. Si antes mis agendas eran imprescindibles para mí, ahora vienen conmigo a todas partes.

Lo que dejé un poco de lado fueron esos calendarios mensuales.

¿Cómo y cuándo los retomé? Pues en 2019, cuando empezamos con GV Comunicación a sacaros en medios.

Mi agenda se empezó a llenar de días mundiales, internacionales, días importantes para los diferentes sectores de nuestras clientas y otras muchas fechas.

Ya no encontraba mis TO DO’s del día entre tanto apunte.

Hasta que un día me acordé de esos calendarios vista mes que yo me imprimía.

¡Que alegría volver a verlos!

Me saqué todos los del año 2020 y empecé a apuntar todas esas fechas de las que hablaba antes en ellos. ¡Que liberación de agenda!

Y eso se convirtió en nuestro calendario de comunicación.

Ese calendario que cuando tenemos alguna reunión online y lo veis tras de mi me decís “¡El famoso calendario de comunicación!”

Hace un año vino una de vosotras a visitarnos unos días a nuestra casa y cuando entró en la oficina se puso a buscar el calendario.

En definitiva, el calendario que nos libera la agenda y que actualizamos todos los meses para saber cuándo tenemos que enviar ciertas publicaciones. El que utilizamos para revisar cuándo nuestras clientas tienen que hablar sus temas de experta. Y muchas más cosas que tenemos que tener en cuenta a la hora de hacer magia y daros visibilidad en medios.

Con esta historia quería transmitirte la importancia que tiene el estar bien organizada cuando quieres salir en medios de comunicación. Porque tienes que tener muchas, muchísimas cosas apuntadas en él y si estás pensando en ello, en comenzar tu misma tu campaña de prensa, te aconsejo que te preparares estos calendarios mensuales para tenerlo todo al día.

Quizás te entren unas hojitas extras en tu agenda o prefieras colgarlo en la pared como nosotros. Sea como sea, tenlo siempre a mano.

Y ahora, por si te has quedado con las ganas de comenzar a crear tu propio calendario de comunicación, te dejo aquí el episodio del podcast en el que hablo sobre los 3 imprescindibles que siempre tienes que tener apuntados en tu calendario de comunicación para prensa.

Y hasta aquí el post de hoy.

Me encantaría conocer tu opinión sobre el calendario de comunicación y cómo lo organizas tu.

Seguro que para redes también tienes alguno que preparas con mucho mimo.

Charlamos un poco en los comentarios.

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